¡Adiós bichos, hola paisajes! La guía para limpiar tu visor y no morir en el intento (de risa).

¡Que comience la función (de limpieza)!

¡Bandita motera de Rutasetenta.com! ¿Cuántas veces has salido a rodar y has vuelto con tu visor hecho un cuadro abstracto de bichos? O peor aún, ¿cuántas veces has intentado limpiarlo y has terminado con más rayas que una cebra escapada del zoológico? ¡Tranquilos! Aquí les va la guía definitiva para dejar su visor reluciente y no morir (de risa) en el intento.

1. El arsenal de limpieza:

• Microfibras al poder: Olvídate de las servilletas de la fonda, ¡aquí usamos microfibra para no rayar nada!
• Agua tibia y jabón neutro: La combinación perfecta para ablandar a los bichos más tercos.
• Limpiador especial para visores (opcional): Si quieres darle un toque profesional, ¡adelante! Pero no es indispensable.

2. ¡Manos a la obra (y al visor)!

• Remojado previo: Remoja el visor en agua tibia con jabón neutro por unos minutos. ¡Que los bichos se vayan ablandando!
• Microfibras en acción: Con una microfibra húmeda, frota suavemente el visor en movimientos circulares. ¡Sin tallar como si estuvieras lijando madera!
• Enjuague y secado: Enjuaga el visor con agua limpia y sécalo con otra microfibra (¡siempre limpia!).

3. Trucos de experto (o sea, de nosotros):

• Papel de cocina húmedo: Para bichos muy pegados, coloca un papel de cocina húmedo sobre el visor por unos minutos. ¡Se despegarán solitos!
• Limpia por dentro y por fuera: No te olvides de la parte interior del visor, ¡también acumula suciedad!
• Evita productos abrasivos: ¡No uses alcohol ni limpiadores con amoniaco! Rayarás el visor y te quedarás ciego (de rabia).

4. El toque final (y el más importante):

¡Ponte el casco y sal a rodar! Porque al final, lo que importa es disfrutar de la libertad sobre dos ruedas. Y si tu visor está limpio, ¡mejor aún!

¡En Rutasetenta.com sabemos que la limpieza es importante, pero la diversión lo es aún más! Así que agarra tu moto, tus microfibras y sal a conquistar la carretera. Y recuerda, ¡si te topas con un mosco gigante, no te confundas y lo saludes! 😉